La cripta del papa San Cayo (finales del s. III), de grandes dimensiones, se usaba para las asambleas de la comunidad.
Frente a ella se encuentra la cripta del mártir San Eusebio (comienzos del s. IV), que conserva la inscripción del papa San Dámaso en la que se exalta la misericordia de este pontífice hacia los "lapsi", los apóstatas del Cristianismo.
Recorriendo la galería se encuentran, sucesivamente, la cripta de los mártires Calócero y Partenio, el cubículo del diácono Severo, importante por una inscripción en la que, por primera vez, el obispo de Roma, Marcelino, recibe el nombre de "papa" y se profesa la fe en la resurrección final; el cubículo de los "5 Santos", presentados como orantes; el cubículo "de las Ovejas", con frescos que representan a Cristo Buen Pastor rodeado de ovejas; y escenas bíblicas que simbolizan los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía.